Pupilas Inconstantes

Entonces me miró, yo creía que me miraba por Primera vez,
pero luego cuando dio la vuelta por detrás del velador
yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas
su resbaladiza y oleosa mirada,
comprendí que era yo quien
la miraba por Primera vez.


Después de eso la vi ahí, como había estado todas las noches,
parada junto al velador, nada más mirándome,
Yo mirándola desde el asiento,
haciendo equilibrio en una
de sus patas posteriores
Ella de pie, con una mano larga y quieta sobre el velador mirándome,
Le veía los párpados iluminados como todas las noches,
la vi caminar hacia el tocador,
la vi aparecer en la Luna circular del espejo Mirándome
ahora al final de una ida y vuelta luz clandestina.


Empezó otra vez a moverse hacia el espejo y volví a girar
sobre el asiento para quedar de espalda a ella,
sabía que estaba otra vez sentada frente al espejo,
viendo mis espaldas, que habían tenido tiempo para llegar
hasta el fondo del espejo y ser encontradas por la mirada de ella.


Que también había tenido el tiempo justo para llegar hasta
el fondo y regresar hasta los labios,
aquellos labios hambrientos y lujuriosos por encontrar
quien los complementara intensamente sin cesar,
"Te veo" le dije, y vi en la pared como si ella hubiera levantado
los ojos y me hubiera visto de espaldas en el asiento,
al fondo del espejo con la cara vuelta hacia la pared
Después la vi bajar los párpados, otra vez, y quedarse
con los ojos quietos en su corpiño, sin hablar.


Ahora tenía las manos abiertas sobre la llama,
velándose y con el rostro sombreado por sus propios dedos
Dedos pegaminosos perdidos en aquella llama,
aquella señal difícil de interpretar
en sus manos abiertas, ahora él quería apagar esa llama,
con sus Pupilas Inconstantes.



Hoy algo intervino en mi camino, aquel camino que estoy tratando de seguir y el cual no quiero olvidar el día que lea mi verso, ese verso escrito se volverá aquel escenario fantástico y el cual no quieran olvidar mis recuerdos.

Grietas, sí de grietas esta lleno el camino pero he aprendido a caminar sobre ellas, ellas dicen que han aprendido de mí, y yo digo que he aprendido de ellas. Tornándose un mensaje subliminal donde yo soy no más aquel interprete que trata de interpretar aquel subliminal.

Hoy solo quería compartir mi verso desteñido, espero sea un verso más y no un verso menos.

Gracias y hasta pronto.